PRESENTA A
ALBA MUJICA - PEDRO ALEANDRO
HECTOR TEALDI
EN
"UN GUAPO DEL 900"
CARLOS ANTON
VICTOR BRUNO
OSCAR CANOURA
OMAR TIBERTI
SAMY ZAREMBER
MARIO CASADO
ALFREDO DEVITA
MAURO FLORES
RUBEN TOBÍAS
SARA ARNAIZ
VIRGINIA CABALLERO
MARIELA COPPES
ESTEBAN DEAMBROSIO
MARIO VENCE
REINALDO DI MURO
y LA COLABORACIÓN ESPECIAL DE
Y RICARDO TRIGO
DIRECCION ESCENICA:
RUBEN CAVALLOTTI
DIRECCIÓN TÉCNICA Y ESCENOGRAFÍA:
SAULO BENAVENTE
DIRECCIÓN MUSICAL:
TITO RIBERO
DIRECCIÓN COREOGRÁFICA:
NÉSTOR PEREZ FERNANDEZ
Regente de escena......................... ALFREDO FERNÁNDEZ
Diseño Vestuario ..............................GRACIELA GALAN
Ayudantes escenografía..................VICTORIA FREI Y ALEJANDRO KOKOCINSKI
Administración.................................... ALBERTO ALEANDRO
Las vertientes nutricias de la dramaturgia de Eichelbaum provenían del fervor hacia las grandes figuras resplandecientes que le habían deslumbrado en la juventud literaria y se sustentaban tanto el misterio inefable de las almas atormentadas de Dostoiewsky como en la liberación de las convenciones sociales y el eterno himno a la libertad del espíritu exaltados por Ibsen. Pero como todo en Eichelbaum era fogosa pasión del teatro, entendía que en la evolución de las ideas, en las transformaciones de la moral, en el escrudiñamiento psicológico, con acuerdo a los cambios que palpablemente se suscitaban en un mundo que corría con mucho mayor vértigo que en cualquier otro tiempo, debía sin embargo contemplarse con amor y con devoción la continuidad del esfuerzo de aquellos escritores dramáticos que habían sido en nuestro ambiente tácitos ejemplos para la emulación. Aesos maestros de dilección, que fueron banderas, como Florencio Sánchez y como Payró, él les hizo honor al sucederles, fiel sin embargo a su propia introspección, constante en lo inconfundible de su sello.
Muchas veces he sostenido lo que se ha hecho una verdad reconocida: que Eichelbaum es dentro de nuestro teatro el hito que marca la etapa posterior a la de Sánchez.
"Un guapo de 900" lo prueba, aun con volver a ambientes de la época de "los muertos" y "En familia". Y no es malo que el contacto con la típica barriada de Mataderos retifique esa profunda consustanciación
.
22 de noviembre de 1968.
EDMUNDO GUIBOURG
presidente de Argentores
Sociedad General de Autores de la Argentina
... hemos tenido un teatro, con miras a lo específicamente nacional, antes de "Juan Moreira". Fueron manifestaciones del espíritu de una época, muy respetables, por cierto, registradas juiciosamente por investigadores no menos juiciosos y que debemos reconocer como un capítulo inicial de la historia del teatro criollo o de un teatro precursor del que hoy consideramos positivamente nuestro.
Con respecto a los orígenes del teatro argentino nosotros estamos plenamente consubstanciados con el pensamiento alberdiano, que dato del año 1840, y expresado en el Nº 2 de la publicación "La Moda". Dijo el autor de "Las Bases": "Después de haber deplorado la triste desaveniencia ocurrida en la Compañía Dramática, tal vez tengamos que felicitarnos más tarde de este acontecimiento. La empresa ha perdido todos los actores extranjeros. Puede ser que esta pérdida llegue a ser ganancia, sea cual fuere, por otra parte, el mérito de éstos. En su lugar se han colocado actores argentinos y la compañía se compone hoy de puros jóvenes compatriotas, prendidos por un sólo talento: Casacuberta. Bajo su doble influencia moral e intelectual es de esperar en estos jóvenes un proceso saludable...". Para arribar a esta conclusión categórica: "Una de las condiciones, por otra parte de la nacionalidad del teatro, es la nacionalidad de los autores, que deben hallarse penetrados del espíritu del pueblo, cuyas ideas y pasiones están destinadas a expresar sobre las tablas".
La visionaria prediccón alberdiana recién cumplióse en Chivilcoy, el 10 de abril de 1886, con el estreno en forma hablada de "Juan Moreira", que ya había sido representada en pantomina en Arrecifes, también por la primera compañía criolla de José Podestá.
Sobre la proyección futura de "Juan Moreira" en los prolegómenos del teatro argentino, José Gonzalez Castille, recordó tan auspiciosa fecha con estas palabras: "Si no hubiera ninguna otra razón para recordarla niofreciera la obra otros motivos para la conmemoración de su advenimiento, bastaría la circunstancia de haber dado lugar a la aparición de la primera compañía escénica nacional para que la considerásemos -especialmente los autores y actores argentinos- como la piedra liminar de nuestro teatro y le estuviésemos leal y profundamente agradecidos. "Juan Moreira", drama, tiene por sobre todas las cosas que se le den o que se le quiten, esa esencialísima trascendencia. Creó un género argentino, criollo, auténtico, origina, base indiscutible de teatro en formación; y creó el intérprete insustituible y propio."
Nada más ni nada menos que lo que había preconizado el genio de Alberdi cuarenta y seis años atrás.
Naturalmente que "Juan Moreira", que en la pista circense y en el tablado del teatro adquirió vida y humanidad, tuvo detractores contumaces, que encontraron en archivos policiales y en legajos judiciales antecedentes del héroe creado por Eduardo Gutierrez, y que según ellos, fué un gaucho ocioso y mal entretenido, pendenciero y asesino".
"Qué más da-habría comentado después, respondiendo a ese desfavorable retrato moral de Juan Moreira, Enrique García Velloso -si sobre la verdad terrible y repugnante que emerge de los procesos judiciales, está la belleza del arquetipo que imaginó Gutiérrez, como está por encima de la vida crapulosa de Don Juan de Mañara, prendida al alma popular, la leyenda de Don Juan Tenorio..."
Pero aquel juicio negativo habría llegado tarde o no llegó jamás a conocimiento o al sentimiento del pueblo, porque "Juan Moreira" ya se había abierto paso a ponchazo limpio y a mandobles de su facón, hasta imponer su gallarda estampa de figura ecuestre, constituyéndose en vanguardia y en vigía de la escena autóctona. Y con esa pieza primogenia, el circo primero, y el teatro poco más tarde, estimularon en el público el amor por la incipiente dramaturgia criolla, aparte de quedespertó en él su sensibilidad, provocando la reacción viril ante una injusticia.
Aporreado por las autoridades, Juan Moreira se convirtió en héroe de leyenda y en mito y en ideal de los espectadores. No olvidemos que el teatro, con el hechizo deslumbrante de su ilusión, idealizó al Juan Moreira fanfarrón y matasiete y físicamente mezquino, metamorfoseándolo hasta convertirlo en símbolo del gaucho señor de la pampa, cantor al igual de Santos Vega, reflexivo y sentencioso como Martín Fierro, pájaro libre cual Calandria o con el lirismo místico de Jesús Nazareno, que todos los gauchos criollos se parecieron un poco entre sí, por su indumento y en lo físico y espiritual, desde los Podestá a Nicolás Granada, en que el gaucho bajó a la Capital y visitó a la europea...
Juan Moreira, situado en el dilatado campo argentino, fué lo que Ecuménico López de "Un Guapo del 900", estrenada en 1940 y ubicado en un barrio del suburbio bonaerense; simbiosis de guapeza criolla, de lealtad inalienable, de palabra, que si se empeña, se rescata con valentía y honor.
Juan Moreira y Ecuménico López, poseen sentimientos concordantes, como si un mismo y único corazón alentase ambas vidas. Habría que revisar, escena por escena, estas obras representativas de Gutierrez y Eichelbaum, para hallar abundantes ejemplos en los que priva el hombre como ente humano superior en la convivencia social en el campo y en la ciudad. Tenemos como modelo la escena primera del acto segundo de "Juan Moreira". Este salva la vida a Marañón, amenazada por cinco bandidos mercenarios:
MARAÑON: Yo agradezco lo que usted ha hecho, amigo Moreira; y si alguna vez puedo serle útil en alguna cosa, acuda a mí, porque desde este momento soy su amigo.
MOREIRA: No me agradezca nada, señor; lo que yo he hecho lo hubiera hecho cualquiera. Yo lo quiero a usté se me figura que es algo mío, que es mi hijo o que es mi hermano. Porque siento que al quererlo puedo respirar con frnaqueza, y esto es tan dulce para mí, que si usté me mandase entregarme a la partida, ahora mismo iba y me entregaba
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Así piensa y siente Juan Moreira, como un ser sensible y magnánimo, y con respecto a su propia libertad se revela tan sincero en la emoción de su dolor y tan guapo como el propio Ecuménico López, cuando éste le dice a su madre Natividad:
ECUMENICO: ¡Pero, si yo he matao, vieja! No quiero una libertad que me esté quemando los pies dondequiera que ande.
NATIVIDAD: ¡Esas son pamplinas!
ECUMENICO: ¿pamplinas? Usted no comprende. Es inútil. Usted no comprende. ¿No ve que me achica la vida? Encerrao, aunque fuera pa siempre, no hay hombre que se me iguale, en coraje, en lialtá, en honradez. Detrás de las rejas, hasta la osamenta de Ordoñez se levantará para darme la mano."
Quizá Juan Moreira sea hoy una sombra -aunque luminosa- en el reverenciado recuerdo del pasado del teatro argentino; pero Ecuménico López, que vivió su historia en una barriada porteña, tiene el pasaporte expedito para entrar en todos los barrios de "su ciudad". Y hoy, con todos los derechos que le acuerda la ciudadanía, se acercará a las puertas de los históricos Corrales de Mataderos y se allegará a la estatua del resero, símbolo del laborioso arreador criollo, hombre de bien, de paz y de trabajo, y en la lucha silenciosa y rendidora de todos los días, en el campo y en la ciudad, un soldado más, con uniforme civil, al servicio de la Patria. Y Ecuménico López le apretará la diestra al Resero con efusión argentina y porteña.
MARTIN F. LEMOS 12 DE DICIEMBRE DE 1968
(Texto del Programa del Teatro Los Corrales de Mataderos año 1969 para la obra "Un guapo del 900" )
de Samuel Eichelbaum
reparto por orden de aparición
personajes.................................................................actores
Puestes Vila.............................................................JORGE DE LA RIESTRA
Gualberto...................................................................ZAMY ZAREMBER
Don Pedro...................................................ESTEBAN DEAMBROSIO
Luciana...........................................................VIRGINIA CABALLERO
Natividad López.....................................................ALBA MUJICA
Palmero....................................................................RICARDO TRIGO
El Quebrao..............................................................MARIO CASADO
Ecuménico López.................................................HECTOR TEALDI
Ladislao López.....................................................OSCAR CANOURA
Edelmira Carranza de Garay......... SUSANA FERNANDEZ ANCA
Dr. Clemente Ordoóñez..............................VICTOR BRUNO
Testa.................................................................MAURO FLORES
Bataraz............................................................OMAR TIBERTI
Mucama.......................................................MARIELA COPPES
Bravato...........................................................CARLOS ANTON
Lauro................................................................LUIS ARMANE
Ventarrón.......................................................ALFREDO DEVITA
El Yiyo...........................................................RUBEN TOBIAS
Dr. Alejo Garay..........................................PEDRO ALEANDRO
Organillero................................................. MARIO VENCE
Dirección escénica........................................RUBEN CAVALLOTTI
Dirección técnica y escenográfica............SAULO BENAVENTE
Dirección musical............................................ TITO RIBERO
Dirección coreográfica....................NESTOR PEREZ FERNANDEZ
Regente de escena.......................... ALFREDO FERNANDEZ