Temporada 1970

LITTLE BOY

Homenaje a una actriz muerta en Hiroshima

drama en un acto de Pierre Halet

Traducción Hernán Díaz

Mayor Claude eatherly........................ NESTOR HUGO RIVAS

Comentarista de T.V. ........................... MARIO ROLLA

General Tibbets ................................... MIGUEL PADILLA

Psiquiatra .............................................. ENRIQUE ESCOPE

Enfermero- cap.Jepps....................... EDUARDO GUALDI

Enfermero-bomb.Tom Steel.............GUILLERMO SOSA

Enfermero-ten.Dick Peace.................JUAN CARLOS POSIK

Naka .........................................................GRACIELA ARAUJO

Primer Ministro....................................... RAUL FRAIRE

Máscara de acero............................. AIMOVICI

Máscara de cobre............................. CARLOS ANTÓN

Máscara de alumnio......................... GUILLERMO MARIN

Emperador .......................................... ALFREDO ALONSO

Mozo del Hotel ................................... ROMAN CLAVIJO

Música ............................................... Jean -Claude Risset

Asistente de dirección...................Elsio Van Meegroot

Coreografía ................................... Paulina Ossona

Escenografía y vestuario............... Leandro H. Ragucci

Dirección ....................................... Mario Rolla

Realización escenográfica............ Roberto Pacienza y José Cajal

Luminotécnico ................................... Enrique Lescius

Utilería especial................................. Martín mendilaharzu

Realización vestuario ...................... Amalia L. de Rodriguez

Estructuras de aluminio................... Antonio Regeiro

La peluca que luce la Sra. Graciela Araujo es una gentileza de la casa Pozzi.

CARTA DE UN GRUPO DE MUCHACHAS DE HIROSHIMA AL MAYOR CLAUDE EATHERLY

29 de Julio de 1959

Estimado Señor:

Las abajo firmantes, jóvenes de Hiroshima, le enviamos nuestro saludo más cordial. Somos un grupo de muchachas que tuvieron la felicidad de escapara a la muerte, pero que sufrieron lesiones en la cara, los miembros o el cuerpo, a causa de la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima durante la última guerra, y que queremos que esa cosa horrible que se llama "guerra" no velva a ocurrir nunca jamás, nia a nosotros ni a los demás habitantes de la tierra.-

Nos hemos enterado que después de los hechos de Hiroshima, usted se vió perseguido por los remordimientos y que a causa de ello tuvo que ser internado en una clínica para un tratamiento psiquiátrico.-

Le escribimos esta carta para expresarle nuestra sincera simpatía y para asegurarle que no abrigamos ningún sentimiento de hostilidad hacia usted. Tal vez le hayan ordenado hacer lo que hizo, o bien usted pensó ayudar a la gente poniendo fin a la guerra. Pero bien sabe que, en esta tierra, las guerras no se acaban con las bombas.-

Sentimos por usted una gran estima, pensando que es también una víctima de la guerra, como nosotras. Le auguramos una pronta recuperación, para que pueda unirse a los que se dedican a la buena obra de cambiar la barbarie de la guerra por un espíritu de hermandad.-

HIDEKO SUMIMURA- TADAKO EMORI- MIYOKO MATSUBARA - SAYOKO KOMATSU - MOTOKO KEIKO KAWASAKI - MITSUKO KODAMA.-

UN BUEN MUCHACHO JOVIAL UN PILOTO EXCELENTE

Un año antes de la entrada de los EE.UU. en la guerra. Claude Eatherly se encontraba en el Santa Ana College. Era un brillante jugador de tennis y de fútbol y también buen alumno. Media 1.80 y sus ojos verdes iluminaban un rostro romántico. Sus camaradas le tenían un gran aprecio. Lo habían elegido como caballero de una joven actriz, la vedette de una escuela dramática en jira por su instituto, Concetta Margetti. A su parecer era el estudiante más atractivo, el más inteligente. La escuela de cadetes no podía estar mejor representada junto a la estrellita: luego ella seconvirtió en su mujer. El semanario norteamericano Newsweek del 25 de mayo de 1959 hizo el siguiente retrato del joven Eatherly: "Era un personaje para afiches de reclutamiento, un gran tejano de cabellos ondulados y la piel bronceada, despreocupado y jovial en tierra, tranquilo y ponderado en vuelo".


En 1956, cuando estaba internado en el hospital de Waco, Eatherly fue interrogado con respecto a unaserie de robos que había cometido con otro enfermo. "No sé porque hicimos eso" -declaró-. "No necesitábamos dinero". En abril de 1959, decía en ese mismo hospital al Dr. Constantine: "Tengo la sensación de haber matado a todas esas gentes de Hiroshima". Eatherly llegó a ver cada vez más claro en sí mismo. Sin ninguna duda, su correspondencia con el filósofo austríaco Gunther Anders, autor de "La nueva moral de la era atómica", contribuyó a ello.

por Cecilia Anton